Rompimos con nuestro sedentarismo y salimos a caminar por la montaña. El día acompaño con mucho sol aunque no tanta temperatura… Pero lo suficiente para subir sin campera toda la primer parte. Camino a la cima, nos topamos con un mini lago congelado, donde obviamente hicimos algunos pasos. Yo, con algo menos de confianza, no lo voy a negar…
Más arriba aprovechamos para explorar el refugio, abandonado, pero donde uno se puede imaginar los momentos de esplendor del centro de ski. Este seguramente sería el lugar donde recuperar fuerzas en medio del día, o el punto de encuentro después de una jornada de nieve. Ya me imagino comiendo un “Carlito”, tal cual lo ofrece el cartel escrito con tiza del fondo… 😂
Es acá donde tomamos prestado una pala de nieve, que no perdimos tiempo en transformarlo en trineo y nuestro medio de locomoción en los minutos que siguieron.
Claro que después de tanta caminata y exploración, debimos reponer energías. Elegimos una protección de los medios de elevación (construida con piedras apiladas) que usamos como lugar de almuerzo. Desde allí, también, hicimos algunas tomas de drone.
Finalizando el día, devolvimos el trineo a su lugar y emprendimos la caminata hacia la base, acompañándonos durante todo el camino una la vista panorámica del centro de ski. Hoy, despoblado casi por completo…
Al llegar al departamento, recibimos noticias de que en Bariloche abrieron el Cerro Catedral para hacer deportes de nieve, lo que nos tienta un poco, pero no sabemos aún cuales son las restricciones para movernos entre provincias… Ya veremos… por lo pronto estamos muy tranquilos pero acá la nieve se está yendo, lo que anticipa una temporada de mucho sol (y viento según nos cuentan los locales)…
Hoy también bajamos las bicicletas porque quizás mañana nos vamos a pedalear un poco… Pero esa es otra historia… 😂