Llegamos a Penitentes!

Después de hablar con la Policía, con Gendarmería, presentar todos los papeles a cuanta persona encontramos en Uspallata con ánimos de ayudar… seguimos camino. Y al llegar al Segundo Control (ese donde nos habían dicho que no podíamos seguir)… en esta oportunidad nos pidieron perdón y bien que el gendarme que nos negó el paso, se fue a otro lado mientras su superior nos daba explicaciones… 😁

El tema es que seguimos camino, y llegamos (8 km después), a Villa Penitentes… un páramo cubierto de nieve. Nadie a la vista, y aunque bastante desolado, con su encanto propio de un centro de ski en la montaña. Entramos con el Chez Móvil, no sin antes preguntarnos si pasaría por el camino cubierto de hielo, dudas que se esfumaron 5 minutos mas tarde, ya con el motor apagado y descargando las cosas.

Nos recibió Vero, quién está viviendo junto a Martín hace varios meses en el aislamiento total en este lugar. Se encargan de administrar algunos departamentos y tienen un restaurant en un pueblo cercano. Todo cerrado actualmente por la pandemia.

Los otros habitantes ocasionales de este lugar son los Policías que se quedan en un refugio, que en otros momentos de más concurrencia fuera un restaurant y refugio local. Por el momento están custodiando que nadie se robe nada (por un lado), aunque no hay gente casi… pero bueno… y que nadie suba a usar las pistas del centro de ski.


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